Seguramente ha sentido en algún momento las manifestaciones de la ansiedad, ¿Recuerdas cómo se sentía en el cuerpo? ¿Cómo te hacía pensar? ¿Qué hacías?, aunque resulte desagradable, poco a poco esta sensación va desapareciendo. Ahora imagina que esta sensación se mantuviera la mayoría de tus días durante muchos años. Esta es la mejor manera para describir a una persona con trastorno de ansiedad generalizada.
La ansiedad es una expresión normal, que permite a las personas anticiparse y prepararse para eventos futuros, sin embargo, para algunos puede ser una respuesta poco adaptativa. La ansiedad es una característica central en casi todos los trastornos psicopatológicos, la podemos detectar en los cuadros depresivos, bipolares, esquizofrenias, trastornos de personalidad y muchos más, motivo por el cual ha sido centro de debate y han surgido dudas como: ¿Es una manifestación de otra patología o es un trastorno puro? ¿En qué momento se convierte la ansiedad en patológica? Se necesita ser muy detallista para discriminar cuando es normal y cuando no, ya que se trata de un tipo de ansiedad crónica que se produce con muchos desencadenantes.
¿Cómo ha evolucionado la forma de diagnosticarse?
El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), es un cuadro clínico que se ha ido esclareciendo con el pasar de los años. Los aportes del psicoanálisis describieron sus primeras apariciones con el nombre de neurosis de angustia. En el DSM II (1980) se separó en dos categorías diagnósticas distintas, el trastorno de pánico y el TAG. Es a partir del DSM-III-R (1987) que se convierte en una entidad independiente.
Entendamos el momento en el que la ansiedad se considera patológica.
En primer lugar, tiene que ver con la respuesta del organismo al estímulo, la cual aparece de forma desproporcionada, intensa, poco adaptativa e intolerable.
Es decir que la persona siente que se desborda con los niveles de ansiedad.
El segundo punto tiene que ver con el funcionamiento y rendimiento cotidiano. Es patológico cuando hay una clara interferencia que produce deterioro en estas áreas.
En otras palabras, afecta y hace difícil el trabajo, responsabilidades, actividades, hobbies entre otras.
Ahora bien, definamos ¿Qué es el TAG?
Es una ansiedad y preocupación excesivas sobre muchos acontecimientos o actividades. Una de las características que distingue TAG de otros trastornos de ansiedad, es que responden a un amplio rango de estímulos que generalmente no están conectados entre sí (son aleatorios y no específicos).
Es decir, la angustia no se debe a una amenaza social (fobia social), una amenaza sobre un objeto al que se le teme (fobia especifica), no está centrada en padecer una enfermedad (hipocondría), la persona no tiene miedo de morir o perder el control (ataques de pánico). En el TAG, las preocupaciones van apareciendo a medida que van surgiendo nuevas situaciones, inquietudes escolares, de trabajo, sobre las noticias etc.
No tiene una aparición aguda, es gradual, lo que ha en ocasiones sea difícil para la persona recordar cuando comenzó a tenerla. Puede aparecer a cualquier edad y es necesario que los síntomas ocurran por más 6 meses para su diagnóstico (en los cuales la ansiedad debe estar presente mínimo la mitad de los días transcurridos).
Sintomatología
Vamos a separarlos en cognitivos, conductuales, fisiológicos y emocionales para entenderlos mejor.
El componente cognitivo conlleva a preocupaciones sobre temas coherentes que pueden preocupar a cualquiera, pero aparecen de forma excesiva y la mayor parte del tiempo. Se presenta inquietud e impaciencia y dificultad para mantener la atención.
El componente conductual, implica una incapacidad de controlar la ansiedad, que termina afectando de manera significativa las actividades y relaciones.
En el componente fisiológico aumentan los estados de alerta, dificultan la capacidad de descansar, producen contracturas musculares e inquietud, dolores de cabeza y aumento de frecuencia cardiaca.
Y por último en relación en relación al componente emocional, además de la ansiedad, suele presentarse con irritabilidad.
¿Es frecuente?
El TAG es uno de los trastornos de ansiedad más frecuente de la consulta médica general, los datos epidemiológicos reportan una prevalencia de aproximadamente el 3% la población mundial. Lo que representa que, de cada 100 personas, 3 sufren de trastorno de ansiedad generalizada.
¿Cuál es el pronóstico?
El curso del TAG suele presentarse de manera crónica y recurrente. Aparece durante largos periodos de tiempo (años), en oportunidades cesan durante un tiempo y luego reinciden los síntomas. Sin tratamiento tienen un mal pronóstico, en promedio el 25% de la población remite los síntomas en el resto se mantienen.
Afortunadamente existen tratamientos psicoterapéuticos y farmacológicos para su tratamiento.
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